Imaginemos la idea de cómo enfrentaríamos al COVID-19 sin plástico.
Podrá sonar algo simple para algunos, sin embargo, si analizamos hasta dónde llegan los alcances del plástico para combatir la pandemia, veremos que tiene muchos usos fundamentales.
Bien dicen que más vale prevenir que lamentar.
Y si bien ya cada vez hay más personas vacunadas, la prevención sigue siendo fundamental para protegernos por si sí o por si no, pues aún no se siente la seguridad al 100%.
Para empezar, parece que permanecerá por buen tiempo el uso de caretas.
Finalmente se están reactivando ciertos sectores como el de restaurantes, bares y eventos musicales, por lo que hay un ejército de empleados utilizando por prevención (y casi de manera obligatoria) las caretas que les cubren el rostro completo.
Sin embargo, hay muchas más personas que quizás adopten el uso de estos accesorios por más tiempo del que pensamos (por el bien de todos): meseros, cocineros, sobrecargos, choferes y un largo etcétera, sin mencionar a los empleados del sector salud.
Caretas y guantes de plástico, entre empaques biodegradables, parecen ser los mejores aliados de todos aquellos que tratan a cualquier enfermo.
Las caretas, o pantallas protectoras faciales, protegen ojos, nariz y boca (al igual que el ya indispensable cubrebocas que se debe usar debajo). Y el material sintético de éstas impide la entrada de microorganismos debido a sus propiedades aislantes e impermeables.
Y aunque los cubrebocas comerciales y los fabricados en casa están hechos de tela principalmente, cada vez son más populares los profesionales como los que usa el personal de salud que está en contacto con los enfermos de COVID, los cuales tienen fibras plásticas que vuelven más efectiva la manera de filtrar partículas existentes en el aire.
Por ello reconocemos en La Nacional a todo el personal de salud que día a día se expone por la comunidad y hacen labor de cuidarse y cuidarnos, así como al resto de personas que se suma al uso responsable del plástico para la prevención de contagios e ir frenando la pandemia.
También, por otro lado, las telas de plástico se han vuelto imprescindibles para dividir a vendedores de clientes, a choferes de pasajeros, por poner unos ejemplos.
Y desde luego sabemos que el gran reto es crear cultura de reciclaje con el uso de plásticos y desechables, pero si no sabemos aplicarlo apropiadamente podría afectar de manera considerable.
Debemos empezar por alguna parte con el cuidado del Mundo, de nuestra especie y nuestra salud, y el plástico es aliado.
Y en La Nacional lo sabemos, con pequeñas acciones para cambios gigantes.