La respuesta es en realidad muy simple.

Pero mientras la vamos descifrando, no está de más saber un par de datos curiosos sobre esta manera de actuar de las masas.

Sucede que la gente no es capaz de comprender lo que implica una pandemia y del caos que puede producir.

Y una «lógica» simplona de muchos fue: «ya no podré salir de casa a comprar más cosas. La comida es perecedera y no me cabe suficiente en el refri, pero, en cambio, el papel higiénico no es perecedero, así que compraré suficiente».

Con la carencia de papel de baño que se produjo, hubo incluso un periódico de Australia que dejó unas cuantas páginas sin imprimir para que los usaran como papel higiénico.

Por increíble que parezca.

Puedes constatar en el sitio CNN. De que pasó ¡pasó!

Desde entonces, tiendas de EU y Canadá pusieron un límite sobre cuántos rollos podía adquirirse por persona.

Como derivado de cualquier pandemia sale a flote la percepción de incertidumbre, confusión y sensación de urgencia: desafortunadamente son efectos psicológicos que surgirían en cualquier pandemia.

Y cuando se le informa a la población que debe estar alerta ante algún peligro y que lo principal para evitarlo es lavarse las manos, resulta no ser suficiente la recomendación y parece no funcionar de manera proporcional a la amenaza que esperan, por lo que la gente se va al extremo.

Pero aquí viene lo más interesante.

En aquellas compras de pánico del año pasado, cuando a una persona se le ocurrió comprar papel higiénico extra, el resto de gente que lo vio sospechó en que había una buena razón por la que aquella persona llevó de más.

Como fichas de dominó, una cosa llevó a la otra. Un consumidor vio a otro, y otros a su vez vieron al segundo, sacando conclusiones apresuradas e ilógicas.

Somos un animal social finalmente, por lo que sentimos la necesidad de vernos entre nosotros para concluir qué es seguro o qué es peligroso.

Así, cuando vemos de manera simultánea estantes vacíos en las tiendas, pensamos que debemos conseguir papel higiénico a como dé lugar mientras se pueda.

Y lo que comenzó como una simple falta de rollos de pronto se convierte en verdadera escasez.

Como si se tratara de una psicología de la sobrevivencia, se requiere juntar y comprar los artículos más indispensables, y quizás eso incluya al papel de baño, porque… si nos quedamos sin él ¿con qué lo remplazaríamos?

Afortunadamente ha pasado el desabasto mundial.

Y en nuestra compañía tenemos lo que se requiere para la limpieza en casa, tal como papel higiénico, servilletas o bolsas de basura por poner algunos ejemplos.

Porque en La Nacional hacemos pequeñas acciones para lograr cambios gigantes.

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