Dadas las circunstancias medioambientales, esta semana en La Nacional (LN) nos dimos a la tarea de entrevistar a uno de nuestros productos más vendidos, la Bolsa de Basura Negra (BBN). Para esto, viajamos hasta un relleno sanitario a las afueras de Monterrey.

El área era extensa, el sol nos quemaba por completo, ya que no había ningún lugar de sombra. Las bolsas de basura estaban dispersas por todos lados. El calor era sofocante junto con los olores que había de todo tipo, en su mayoría muy desagradables para nosotros, aunque para las bolsas de basura eran imperceptibles.

Después de un largo rato buscando alguna bolsa que nos quisiera aceptar la entrevista, sólo una quiso responder a nuestras preguntas. Su nombre ha sido omitido para proteger su identidad. Esto fue lo que nos compartió.

La Nacional: ¿Cómo es la infancia y adolescencia de una bolsa de basura?

Bolsa de Basura Negra: Bueno, nuestra infancia es muy tranquila pues se trata solo de esperar. Tenemos que ser pacientes hasta que alguien decida comprarnos. Aunque si me lo pregunta, nuestra infancia y adolescencia dura muy, muy poco en comparación de nuestra adultez.

Algunas, las más nuevas, somos biodegradables y llegamos a vivir alrededor de 5 a 7 años, pero hay unas que duran aproximadamente 150 años. Pero como le decía, dependemos de muchas cosas, podemos acabar en un relleno sanitario, incineradas, recicladas, … En fin, todo puede pasar.

No obstante, nuestras infancias suelen ser felices, ya que no tenemos los mismos problemas como los humanos, aquí todas somos iguales.

LN: ¿Cómo es su día a día? ¿Cuál es la rutina diaria de una bolsa de basura?

BBN: Como dije, depende de cada bolsa, a mí me tocó acabar en este relleno junto a las demás. He visto cómo llegan nuevas, cada vez más llenas ¿De qué?… Sólo ellas saben, excepto las que son transparentes, ellas son bolsas muy honestas. En sí, mi día se compone de platicar con las otras bolsas. Nosotras viajamos en grupo y nos enteramos de muchas historias.

LN: ¿Qué tipo de historias ha escuchado?

BBN: Ha habido de todos los tipos, algunas vienen de alguna fiesta, todas alegres, otras de una casa, de un centro comercial o un supermercado. Y algunas vienen de lugares en donde nadie quisiera estar, créame que nos han utilizado para cubrir atrocidades.

Las que más hablan son las que vienen de campañas políticas, hablan y hablan y no paran de hablar. Dese una vuelta después de que sean las votaciones, habrá montones de esas bolsas.

En lo particular me gusta mucho platicar con las bolsas que vienen de los cines porque se saben de memoria las películas y nos las cuentan.

LN: Usualmente, las bolsas que no acaban en la basura ¿qué pasa con ellas?

BBN: ¡Uy! Ahí sí depende la imaginación del ser humano. Ustedes son muy creativos y más los mexicanos. Nos han usado como tapones en automóviles que no tienen ventana; los artistas nos usan mucho para no manchar el piso cuando pintan; y a nosotras, las bolsas negras, a veces servimos para cubrir ventanas.

El sueño de toda bolsa negra de basura es que pueda ser reciclada todas las veces que sea posible antes de llegar al relleno.

LN: Al inicio mencionó que usted era biodegradable ¿Nos podría comentar de qué está hecha?

BBN: ¡Claro! Mi composición biodegradable me permite partir de este mundo en un promedio de 1 a 5 años. Así que me queda poco tiempo en comparación a otras compañeras que aún estarán varios años más aquí. Estoy hecha de tal manera que al momento de usarme soy muy resistente, puedo con todo, pero una vez en la basura, los organismos encargados de la descomposición me desintegran fácilmente.

LN: ¿Usted para qué fue empleada?

BBN: Mi vida fue productiva, pero corta. Estaba en el bote de basura de un supermercado, me llenaban de comida echada a perder. Éramos varias, hay muchos alimentos que acaba en el desperdicio. Me abriría un poco para que pueda ver lo que tengo dentro, pero estoy segura de que no aguantaría usted el olor.

LN: ¿Le gusta el relleno sanitario donde vive?

BBN: Pues… En lo general sí, aunque se puede mejorar, ¿verdad? He escuchado de rellenos que están más cuidados y que convierten los desechos en energía. Pero no me quejo, he oído también de unos que son clandestinos donde incineran como si no hubiera fin. 

Pero aquí se vive muy tranquilamente.

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En La Nacional nos encanta crear historias. Si te gustó, mantente atento y déjanos tus comentarios. ¿Qué otro producto te gustaría que entrevistemos?

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