¿Te imaginas decorar tu casa con pisos hechos con adoquín… ¡de plástico!?

Y no, no se trata de una broma relacionada con bloques de Lego, sino de verdaderos ladrillos para pisos.

Esto ya es una realidad gracias a una ingeniera de Kenia llamada Nzambi Matee.

La joven africana ha sido reconocida por la ONU con el galardón Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente para menores de 30 años que se entrega cada año a científicos, emprendedores o activistas a quienes denominaron como Jóvenes Campeones de la Tierra 2020.

El trabajo de Matee ha sido digno de reconocimiento mundial porque recicla el plástico para crear ladrillos que sobresalen no solo por su resistencia (ya que soportan el doble del peso comparado con los tradicionales), también por su precio… sin mencionar que los produce de diferentes colores.

Con estos bloques, que por ahora están siendo utilizados para suelos como sustituto del adoquín, se pueden hacer grandes combinaciones de colores muy atractivas a la vista para decoración de exteriores.

Y efectivamente, cada vez hay más opciones innovadoras de materiales de construcción, pero la propuesta de la emprendedora keniata es quizás una de las más sustentables y favorables para el medio ambiente en los últimos años, pues desde un principio tuvo como meta evitar que el plástico termine en el océano.

Gjenje Makers, la empresa que fundó la ambientalista africana, se estima que ha reciclado unas 20 toneladas de plástico y cuenta con la capacidad de producir hasta 1500 ladrillos diarios, contribuyendo así no solo con impacto ambiental con materiales sustentables que reducen la contaminación, también aporta en el sector económico y social: con ello se han creado oportunidades de trabajo para recolectores de basura en Nairobi, la ciudad natal de Matee.

¿Pero cuál es el proceso?

Las piezas producidas por Gjenge Makers se fabrican en una máquina que la ingeniera keniata diseñó. Ésta se abastece de polietileno de baja densidad (bolsas de plástico, vasos y platos desechables, etc.) y alta densidad (tuberías, envases rígidos), así como de polipropileno y arena. Posteriormente se calientan los materiales, se comprimen en moldes rectangulares y ¡listo!

Sin duda con ejemplos innovadores como el de Matee, en los que se combinan ambiciosas acciones que ayudan a resolver algunos de los problemas ambientales más urgentes, se pueden conseguir otras soluciones como incentivar a barcos pesqueros a que retiren del mar toneladas de plástico para convertir estos residuos en materiales de construcción y fortalecer más aún su ecosistema y sus comunidades.

Estamos viviendo una triple crisis planetaria: la del cambio climático, la de pérdida de biodiversidad y la contaminación, por lo que es fundamental que las nuevas generaciones volteen a ver estas necesidades que deben ser frenadas YA.

En esta década que va iniciando, y que parece que el Planeta está cobrándose factura, es imperante que trabajemos unidos en acciones y en mentalidad para lograr reducir emisiones contaminantes, así como proteger y restaurar el ecosistema, tal como lo está haciendo Nzambi Matee, que nos enseña que todos podemos contribuir desde nuestra posición y con lo que tengamos a la mano, pues cada acto por la naturaleza cuenta, y se requiere que sea una responsabilidad universal.

Como Matee suele decir en las entrevistas: “¡Actúa por la naturaleza!”

Es tarea de todos. Lo tenemos claro en La Nacional, realizando pequeñas acciones para lograr cambios gigantes.

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